Vistas de página en total

lunes, 21 de noviembre de 2011

algo

Un frío que reina tu cuerpo, poco a poco dejas de notar las piernas, se te van congelando las manos, llegas al punto de no poder moverte, el corazón cada vez va a menos, dejas de sentir, de notar, ese abrigo que te cubría se fue, ya no hay nada, solo quedas tu. Recubierta de todo ese dolor que te hiere por dentro, intentas moverte, tienes la esperanza de poder conseguirlo, pero sigues paralizada, a pesar de que tu conciencia lo niegue.  dolor te quema, te mueres, te rompes en pedazos, no sientes. Lo peor ya paso, ahora solo queda descansar y huir de todo el mal. Estarás tranquila, ya nadie podrá romper tu silencio, solo tu. Llega el momento, y notas que por dentro, definitivamente, ya estas muerta, El dolor desapareció, y ves que hay alguien ahí, quieres ir con el pero tus piernas te lo impiden, ahora recuerdas que estas totalmente paralizada a causa de ese dolor. El se quedara ahí, siempre, esperándote, hasta que llegue ese día en el que vayas en su busca. Ahora, en ese ultimo momento de tu vida, es cuando abres los ojos y te das cuenta que ese hombre por el que lloraste no merece ni una sola lágrima de ti, de tal rosa, de persona tan fuerte y valiente, de alguien que se hace valer por si misma, que disfruta la vida, que admira todo lo que le rodea, alguien que se enorgullece de su familia y amigos. Ahora, cuando ya no tienes tiempo de nada, al fin abriste los ojos que tenias tapados con ese pañuelo que el te quiso entregar como prenda de su amor, de su sentir, mientras tu no te dabas cuenta que todo ese pañuelo estaba hecho a base de mentiras. Cierras los ojos, respiras y dices adiós al mundo, de una vez, ya se acabo el dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario